La polémica transformación de la Guarida del Lobo de Hitler
Laurence Peter
BBC News
Remota y escondida en un denso bosque, protegida por lagos y pantanos, la Wolfsschanze -o Guarida del Lobo- en Polonia fue uno de los cuarteles militares más seguros de Adolfo Hitler durante la Segunda Guerra Mundial.
Tan segura era que el dictador nazi pasó 850 días en el vasto y secreto complejo entre 1941 y 1944 antes de retirarse a su refugio subterráneo en Berlín.
Ahora el Distrito Forestal de Srokowo, que maneja el sitio, está realizando una enorme renovación de la Guarida del Lobo para atraer más turistas.
El portavoz del distrito, Sebastian Trapik, le dijo a la BBC que los guardabosques estaban «llevando a cabo todo el esfuerzo posible» para mantener «la debida seriedad y respeto por la verdad histórica» en el derruido complejo.
Pero los críticos argumentan que las «atracciones» insensibles, como las recreaciones de aficionados con gente que viste uniformes nazis, pueden convertirse en una especie de Disneylandia macabra.
Además de haber sido el lugar que acogió al líder del Tercer Reich durante tanto tiempo, la Guarida del Lobo atrae a los visitantes hoy en día por haber sido el escenario de la conspiración para asesinarlo el 20 de julio de 1944.
Sus refugios subterráneos de concreto reforzado, los campos minados y camuflajes de los alemanes no sirvieron de protección contra los oficiales amotinados que trataron de matar a Hitler.
El Führer sobrevivió con sólo heridas leves la explosión de bomba escondida en un maletín, principalmente gracias a una enorme mesa de roble en la sala de conferencias.
La bomba mató a cuatro personas, tres de ellos oficiales, e hirió a más de 20.
Los conspiradores del Ejército alemán, dirigidos por el coronel Claus Schenk Graf von Stauffenberg, fueron rápidamente arrestados y ejecutados.
Trapik dice que «una prioridad» en el sitio ahora será reconstruir la escena de la explosión, lo que incluye «figuras simbólicas de tamaño natural que representan a los que estaban presentes en ese momento».
Los nazis detonaron cargas explosivas masivas para demoler las decenas de refugios subterráneos y otras instalaciones a medida que avanzaba el Ejército Rojo Soviético en enero de 1945.
Durante décadas, en la Polonia comunista, el bosque creció sobre las ruinas y el musgo se extendió sobre los gigantes bloques de concreto.
La Guarida del Lobo (Wolfsschanze)
Fue el cuartel de Hitler para la Operación Barbarroja, la invasión nazi de la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, cuando más de tres millones de soldados alemanes atacaron el Estado comunista.
Hitler pasó gran parte de la guerra en este cuartel, en lo que era entonces Prusia oriental, desde junio de 1941 a noviembre de 1944.
Había unas 200 instalaciones, incluidas dos pistas de aterrizaje y una estación de tren, y estaba protegida por campos minados y armas antiaéreas.
En el cuartel Hitler y sus principales aliados tomaron decisiones clave en sus campañas para aniquilar a la Unión Soviética y a los judíos de Europa.
El dictador fascista de Italia, Benito Mussolini, y otros aliados del Eje visitaron a Hitler allí.
El lugar, que se extiende más de 250 hectáreas, es una fuente importante de ingresos en el Distrito del Lago Masurian, una pintoresca área que depende del turismo.
Los administradores del sitio ahora están mejorando las instalaciones turísticas, pero estos esfuerzos podrían resultar contraproducentes si promueven los peregrinajes de neonazis.
Hay nuevos tableros de información, un nuevo estacionamiento y entrada al edificio, y planes para construir un hotel y restaurante.
Una app gratuita guía a los visitantes por el sitio, quienes pueden ver una película sobre la historia del cuartel nazi. También se exhibe equipo militar.
Casi 300.000 turistas lo visitan cada año, la mayoría polacos y alemanes. El costo de entrada básico es de US$4.
Las recreaciones históricas son populares en Polonia actualmente, pero tener actores que posan con uniformes nazi podría ser más controvertido que las figuras nazi que son estáticas y que concibe Trapik.
Un importante historiador de la guerra polaco, el profesor Pawel Machecewicz, afirma que esa medida sería «loca e indignante».
Como le dijo a la BBC, «las cicatrices que dejó la guerra deben preservarse y presentarse como una lección, una advertencia».
«Las exhibiciones deben explicar la historia, contextualizar el lugar, y no eclipsarla completamente».
Trapik confirmó que hay planes para llevar a cabo recreaciones históricas, que comenzarán en verano con la presentación de la Operación «Ostra Brama», cuando el Ejército Territorial Polaco derrotó a la Wehrmacht alemana en Vilna en 1944.
La victoria polaca duró poco ya que las fuerzas soviéticas, que estaban arrasando en occidente, comenzaron a imponer un terror comunista.