¿Por qué Nicaragua reporta el menor número de casos confirmados de coronavirus?
Nicaragua, con seis casos confirmados con coronavirus, y un fallecido, es el país centroamericano que registra menor número de infectados, pese a que al Gobierno sigue promoviendo actividades públicas y aglomeraciones, publicó la agencia EFE.
Entre las razones de esa baja incidencia, según diversas fuentes, está la centralización de la información en manos del Ejecutivo que preside el sandinista Daniel Ortega, que hasta el día de hoy no ha precisado el número de test que han realizado.
Es decir, según los críticos del Gobierno, no hay un organismo independiente que corrobore la veracidad de las cifras oficiales, mientras el Ministerio de Salud lee sus informes sin convocar a la prensa no oficial.
Para el biólogo celular y antropólogo social Jorge Jenkins, exrepresentante de Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Venezuela y las Antillas Holandesas, hay otras posibles explicaciones a la baja incidencia del covid-19 en Nicaragua.
Hay casos que todavía no han sido identificados por la falta de suficientes pruebas de laboratorio, argumentó. Los casos de covid-19 tienen síntomas leves o incluso no los tienen del todo y no se les hace exámenes. Existe la posibilidad de que los casos más serios emerjan en los próximos días o semanas.
Nicaragua tiene uno de los menores flujos de pasajeros internacionales en Centroamérica y una afluencia de turistas extranjeros muy discreta, de manera especial después de abril de 2018, cuando estalló una crisis sociopolítica que dejó al menos 328 muertos y decenas de miles en el exilio.
«Dicho de otra forma, menor cantidad de agentes extranjeros que pueden propagar la enfermedad dentro del país (caso muy distinto al de Panamá y Costa Rica)», observó. Otro elemento a considerar es la pirámide poblacional de Nicaragua, un país de 6,4 millones de habitantes, que se caracteriza por un mayor porcentaje de población joven, segmento que parece resistir mejor la infección.
Solamente el 5,12% de la población del país es población mayor de 65 años, que es la más susceptible a presentar efectos graves de la enfermedad, apuntó. Además, la densidad de población ronda los 50 habitantes por kilómetro cuadrado, la más baja de los países centroamericanos, con la excepción de Belice.
Las regiones autónomas del Atlántico Norte y Atlántico Sur (RAAN y RAAS, respectivamente), que geográficamente representan casi la mitad del país, tiene una densidad poblacional mucho menor que el promedio nacional y allí la transmisión de enfermedades epidémicas tiende a ser menor.
Otro punto es que, a pesar de que prevalece la población que vive en las ciudades donde la posibilidad de transmisión es mayor, el país todavía tiene una importante población rural que ronda el 40%, que por su forma de vida dispersa, explica Jenkins, está en menor riesgo de padecer esa enfermedad.
Por otro lado, el estilo de vida en este país se desarrolla alrededor de espacios horizontales, donde prevalece la separación de viviendas. «Muy distinto caso es el de Panamá, el país más afectado de nuestra región. Ahí es muy común la vida en complejos de apartamentos donde el contagio es más fácil», razonó.
Hasta la fecha, según el especialista, Nicaragua presentó una estrategia sanitaria singular para enfrentarse a la epidemia y ha sorprendido el hecho de que no se han atendido las recomendaciones avaladas por los expertos en epidemiología a nivel regional y mundial.
A diferencia del resto de países de Centroamérica, Nicaragua no ha decretado ninguna emergencia por la pandemia, ni ha ordenado la suspensión de las clases -aunque ahora los escolares están de vacaciones por la Semana Santa-, y se promueven eventos masivos.
Tampoco registró la entrada ni movilidad en el territorio a ningún viajero y ha dicho que no establecerá ningún tipo de cuarentena a los afectados. La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, expresó su preocupación por la forma «inadecuada» con el Gobierno maneja la situación del covid-19, entre ellos la falta de distanciamiento social, los llamados a actividades multitudinarias, los exámenes, el seguimiento y reporte de los casos.